sábado, 4 de abril de 2009


3 PISTA.

DOS BRAZOS DERECHOS

A Joann Fletcher no parece intimidarle que pongan a prueba sus teorías, pero no contiene sus emociones. Tras posar con las momias, se esfuerza por explicar lo que siente: «No se puede describir. Ver a estos tres individuos y conocer sus circunstancias es maravilloso». Ciertamente los detalles humanos son conmovedores. La reina Tiy, por ejemplo, tiene piojos en sus trenzas pelirrojas, y su rostro, con esa imponente nariz regia, registra huellas de una erupción cutánea. El niño sufrió en vida alguna lesión que le dislocó una cadera, aunque su rostro trasluce una leve sonrisa. Tiene unas pestañas perfectas, casi femeninas. Nefertiti, si es que realmente es ella, llevaba las uñas pintadas con alheña. Aún se le pueden distinguir las cejas, el pelo creciendo en su cabeza rapada y el cuello, el famoso cuello, largo como el de un cisne. La piel de la frente, como en el caso de Tiy, guarda las huellas de un tocado muy apretado. ¿Cómo podría alguien quedar índiferente? No obstante, queda un enigma por resolver. Cuando el egiptólogo Grafton Elliot Smith examinó por vez primera estas momias, allá por 1907, informó de que a la 'Mujer más joven', como él la llamaba, le faltaba el brazo derecho. Pero cerca de la momia había hallado un antebrazo que pertenecía al brazo derecho, doblado por el codo y con los dedos de la mano apretados. Como a las demás momias de la cámara mortuoria no les faltaba ningún miembro, parecía sen adjudicárselo a la 'Mujer más joven'. La momia que tenemos delante de nosotras es indudablemente la misma que vio Smith (tomó fotos de ella). Ahora bien, por qué la momia luce ahora un nuevo brazo derecho que, para añadir más desasosiego, no tiene mano y no está doblado. Ha sido amputado por debajo del hombro pero, por lo demás, está en su posición correcta.

Este detalle no es sólo una curiosidad más. A los reyes y reinas se les enterraba con uno o ambos brazos cruzados sobre el pecho y las manos agarrando el cetro u otro atributo de la realeza; sólo a los plebeyos o a personajes de la realeza de menor importancia se les enterraba con los brazos rectos. Por lo tanto, s si esta momia fuera la de Nefertiti, debería tener un brazo doblado, tal y como la describió Elliot Smith. ¿Ha estado Joann Fletcher persiguiendo una quimera? ¿Hemos sido engañados por el error de Smith? Poco a poco las piezas encajan. Aunque en esta etapa los expertos no se pueden permitir hacer más que observaciones a toda velocidad, pues el análisis minucioso tendrá que esperar a su regreso a Inglaterra, a nadie le ha sorprendido, por ejemplo, que las tres momias tuvieran agujeros en el pecho. Significa que los saqueadores han hecho su trabajo: una de las cosas que buscan es el escarabajo del corazón y otras joyas que se colocaban dentro del cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario