sábado, 4 de abril de 2009

NEFERTITI EN UNA PELICULA...


BASADA EN UNA PELICULA "LA MOMIA EL REGRESO"
PELEA ENTRE Anck-Su-Namun Y Nefertiti

NEFERTITI DE AZUL


Representación de la reina como adoradora de Atón, sus atavíos azulados y transparentes aluden a nubes suaves y ligeras. Luce una peluca corta, de estilo nubio, característica de la época amarniana; ésta tiene varias capas superpuestas de trencitas y delicados tirabuzones y es de color azul, símbolo del cielo, casa del dios único y digna de ser portada sólo por una reina. Sus ojos aparecen maquillados con un trazo verde en la zona inferior (moda amarniana retomada del Imperio Antiguo). El maquillaje verde puede ser mesdemet (ojos expresivos) o simplemente ouadjou (polvo verde). El arco del ojo aparece rodeado por un trazo negro que apenas guía a la sien.

OBRAS NEFERTITI DE BLANCO


Representación de la reina, ataviada elegantemente con túnica pesada y engalanada con las joyas “nefer”, con velo transparente y su pesado pectoral.

La reina lleva una peluca semilarga de pelo natural en trencitas e intercalado de fibras vegetales e hilos. Luce una diadema con el ureo real.


TEMPLO DE NEFERTITI



TEMPLO DE NEFERTITI
ESCULTURAS:








RELIEVES:




GALERIA DE FOTOS

BUSTOS:









EL OJO DE NEFERTITI


El bello busto policromado de Nefertiti, esposa de Akenatón, fue descubierto el 6 de diciembre de 1912 por una expedición arqueológica alemana en las ruinas de Amarna (Ajet Atón), la capital del faraón. El equipo de arqueólogos trabajaba para la Sociedad Alemana de Oriente bajo la supervisión del Profesor Ludwig Borchardt de Berlín. Tenían la autorización del gobierno egipcio para excavar aquel lugar. El busto, de 3.400 años, apareció entre las ruinas del taller de Tutmés, escultor de la corte de Amarna. Borchardt supo desde el primer momento que se hallaba ante una obra maestra.

Existen diferentes hipótesis para explicar la pérdida del iris del ojo izquierdo de la escultura. Una de ellas sostiene que estaba colocada en una repisa de madera en el taller del escultor. La repisa, deteriorada por las termitas, terminó rompiéndose. El busto dio una voltereta y cayó al suelo, pero lo hizo sobre la corona plana, lo que evitó su rotura, aunque con el impacto perdió el iris de ese ojo y sufrió desperfectos en la oreja.

El equipo de arqueólogos alemán la encontró enterrada en la arena boca abajo, de manera que, en principio, la tesis podría ser aceptada. No obstante, el relato que se conserva de su descubrimiento y el exhaustivo estudio de la escultura hacen que la hipótesis deba ser rechazada.

Al parecer la encontró Mohammed Ahmes Es-Senussi. Se encontraba excavando la sala 19 rejilla P-47 (el área se dividió en rejillas de 600 pies cuadrados) cuando los rayos del sol iluminaron el oro y colores azules de la escultura. El grito de Mohammed atrajo a todos. El Profesor Borchardt fue despertado de su siesta. La estatua se hallaba enterrada, cabeza abajo, en el cascote. Cuando la limpiaron observaron que estaba casi intacta. Los únicos desperfectos eran los astillados lóbulos de las orejas y la pérdida del iris del ojo izquierdo. La arena y la suciedad de la sala 19 (más de 30 pies cúbicos) se tamizó de forma exhaustiva en repetidas ocasiones con una malla cada vez más fina. Los pedazos de la oreja se encontraron pero el ojo nunca se recuperó.

Un examen más minucioso de la escultura permitió comprobar que nunca llegó a colocarse el iris del ojo pues sobre el globo ocular izquierdo no se ve ninguna huella de manipulaciones.

Se apuntó la posible pérdida del ojo izquierdo de Nefertiti en algún momento de su vida. Sin embargo, ningún relieve mural o escultura que reproduce a la reina muestra que tuviera este defecto.

Incluso ha llegado a afirmarse que el escultor pudo enamorarse de la reina, que tenía fama de seductora, y que por despecho, al sentirse rechazado, se vengó desfigurando su rostro.

Otra hipótesis sostenía que la escultura iba a situarse en una urna de perfil y, por tanto, sólo se requería un ojo perfecto. Para los iris de los ojos se empleaba cristal de roca, caro y difícil de conseguir, de modo que no se consideró necesario colocar los dos.

También se afirma que el busto fue el modelo que utilizó Tutmés para otros retratos de la reina realizados en su taller, de manera que, teniendo en cuenta el valor de esas piezas de cristal, sólo se colocó el del ojo derecho, necesario para que el rostro no resultara inexpresivo.Es posible que, a pesar de su extrema perfección y belleza, el busto fuese considerado en la época como una escultura menor, de poca importancia, ya que nadie se preocupó de llevarla consigo cuando Amarna y el taller de Tutmés quedaron abandonados.

Imágen de la Reina Nefertiti desarrolladas durante el período de Amarna
Grabado de la imagen de la Reina Nefertiti
El célebre busto de Nefertiti, que retrata a la mujer del faraón egipcio Akenatón, conocida por su belleza, fue esculpido según los cánones estéticos de hace más de 3.300 años y no es fiel a la realidad. Ésta es la conclusión a la que han llegado los investigadores del Imaging Science Institute de Berlín, en Alemania, tras analizar por segunda vez el busto mediante imágenes de tomografía computerizada (TC).

El busto de Nefertiti es un núcleo de piedra caliza cubierto por capas de estuco de diferente grosor. El análisis desveló que debajo del busto había otro rostro delicadamente esculpido, pero con rasgos faciales algo distintos.

El rostro interno de piedra caliza fue esculpido con delicadeza y ligeramente simétrico. En comparación con la cara de estuco más externa, la cara interna mostraba algunas diferencias: menos profundidad en las esquinas de los párpados, pliegues alrededor de las esquinas de la boca y las mejillas, pómulos menos prominentes y una ligera prominencia de la nariz. Las orejas de la escultura interior eran similares a las visibles en el exterior.

Según los investigadores, retocar los pliegues de las esquinas de la boca y suavizar el puente de la nariz en la cara externa pudo ser una elección del artista y reflejar los ideales estéticos de la época.

COLLAGE ECHO POR MI...

RESTOS DE NEFERTITI EN COLLAGE

4 PISTA

EL ATAQUE:

A primera vista, la 'hendidura' que Elliot Smith encontró en el pecho del joven príncipe entraría dentro de esta categoría. Pero los rayos X revelan una historia diferente. Un arma del tamaño de un hacha hendió el pecho del adolescente cinco veces y con gran profundidad, partiendo el esternón, la clavícula y seis costillas. Los huesos no se astillaron porque eran cortes limpios, y tampoco tenían fibras de lino. Conclusión: el ataque tuvo lugar cuando el cadáver estaba fresco (los saqueos de tumbas suelen tener lugar mucho tiempo después del enterramiento), posiblemente antes de que fuera envuelto para ser sepultado. En consecuencia, no fue un saqueo al uso, motivado por la codicia, sino un ultraje motivado por el rencor. El corte de unos 12 centímetros que hay bajo el pecho izquierdo de la 'Mujer más joven', también plantea un misterio. No ha podido ser causado por un golpe frontal, a no ser que fuera una puñalada que rebotara de las cos las, algo que se desvía mucho del propósito de un ladrón que sabía a ciencia cierta dónde buscar. Pero la mutilación de su cara no da lugar a dudas. Hasta ahora se había creído que el destrozo de su boca se podía haber hecho muchos años después de su muerte, por un golpe casual de un pie o de un puño. Pero un examen minucioso desvela que alguien le dio un tajo con un hacha. El arma le cortó la mandíbula superior, le arrancó varios dientes y le abrió un agujero en la cara del tamaño de un puño. Además le arrancaron el brazo derecho por debajo del hombro.

Estas lesiones no tienen nada que ver con el saqueo de tumbas, no se guardan joyas en la boca. El único fin del atacante era hacer daño, un daño que iba a tener una influencia cruel en el futuro de la muerta pues «le privaría del aliento de la vida en el más allá», afirma la doctora Flecher, «que es lo más terrible que le podía pasar a un antiguo egipcio». Y lo que es peor: tirar el cuerpo, anónimo y desnudo, en una cámara anónima le despojaba de su identidad. Porque el nombre tenía una importancia clave en el más allá egipcio. Según sus creencias, pronunciar el nombre del muerto le haría volver a la vida. Sin nombre, y con el rostro deteriorado, a la fallecida se le privó de vivir de nuevo. También Tiy y el joven príncipe fueron despojados de su identidad. Les dejaron, como a la 'Mujer más joven', desnudos sobre el suelo, mientras que a otras momias que habían sido movidas de sus lugares de enterramiento original se les permitió quedarse en sus ataúdes y conservar su nombre. ¿Por qué se maltrató de tal manera a estas tres? ¿Por qué se les condenó al olvido, cuando al menos una de ellas, Tiy, era con toda seguridad una reina? ¿Quién quiso borrarles de la historia? A medida que la cámara de rayos X recorre el cuerpo de la 'Mujer Más Joven', va haciendo otros descubrimientos. Dentro de la cavidad hay trozos de joyas, amuletos. Puede que quedaran atrapados en la resina o que los ladrones, en su precipitación, los dejaran caer. Descubrimos una prueba de escoliosis lumbar, curvatura excesiva de la espina dorsal, y luego, cuando la cámara llega a sus muslos

3 PISTA.

DOS BRAZOS DERECHOS

A Joann Fletcher no parece intimidarle que pongan a prueba sus teorías, pero no contiene sus emociones. Tras posar con las momias, se esfuerza por explicar lo que siente: «No se puede describir. Ver a estos tres individuos y conocer sus circunstancias es maravilloso». Ciertamente los detalles humanos son conmovedores. La reina Tiy, por ejemplo, tiene piojos en sus trenzas pelirrojas, y su rostro, con esa imponente nariz regia, registra huellas de una erupción cutánea. El niño sufrió en vida alguna lesión que le dislocó una cadera, aunque su rostro trasluce una leve sonrisa. Tiene unas pestañas perfectas, casi femeninas. Nefertiti, si es que realmente es ella, llevaba las uñas pintadas con alheña. Aún se le pueden distinguir las cejas, el pelo creciendo en su cabeza rapada y el cuello, el famoso cuello, largo como el de un cisne. La piel de la frente, como en el caso de Tiy, guarda las huellas de un tocado muy apretado. ¿Cómo podría alguien quedar índiferente? No obstante, queda un enigma por resolver. Cuando el egiptólogo Grafton Elliot Smith examinó por vez primera estas momias, allá por 1907, informó de que a la 'Mujer más joven', como él la llamaba, le faltaba el brazo derecho. Pero cerca de la momia había hallado un antebrazo que pertenecía al brazo derecho, doblado por el codo y con los dedos de la mano apretados. Como a las demás momias de la cámara mortuoria no les faltaba ningún miembro, parecía sen adjudicárselo a la 'Mujer más joven'. La momia que tenemos delante de nosotras es indudablemente la misma que vio Smith (tomó fotos de ella). Ahora bien, por qué la momia luce ahora un nuevo brazo derecho que, para añadir más desasosiego, no tiene mano y no está doblado. Ha sido amputado por debajo del hombro pero, por lo demás, está en su posición correcta.

Este detalle no es sólo una curiosidad más. A los reyes y reinas se les enterraba con uno o ambos brazos cruzados sobre el pecho y las manos agarrando el cetro u otro atributo de la realeza; sólo a los plebeyos o a personajes de la realeza de menor importancia se les enterraba con los brazos rectos. Por lo tanto, s si esta momia fuera la de Nefertiti, debería tener un brazo doblado, tal y como la describió Elliot Smith. ¿Ha estado Joann Fletcher persiguiendo una quimera? ¿Hemos sido engañados por el error de Smith? Poco a poco las piezas encajan. Aunque en esta etapa los expertos no se pueden permitir hacer más que observaciones a toda velocidad, pues el análisis minucioso tendrá que esperar a su regreso a Inglaterra, a nadie le ha sorprendido, por ejemplo, que las tres momias tuvieran agujeros en el pecho. Significa que los saqueadores han hecho su trabajo: una de las cosas que buscan es el escarabajo del corazón y otras joyas que se colocaban dentro del cuerpo.

2 PISTA.
LAS 3 MOMIAS ABANDONADAS:


Y aquí estamos, enfrentándonos a la mirada de tres cadáveres. Las autoridades han cerrado temporalmente al público la tumba KV35 y han derribado el muro de ladrillo que resguardaba la cámara funeraria de Amenofis H, para permitir al equipo examinar las momias que se hallaban en su interior. A la izquierda, con un llamativo pelo rojo, yace la reina Tiy, la real consorte de Amenhotep III cuya belleza aún llama la atención. En medio, su hijo mayor, un adolescente tullido que, de haber sobrevivido, habría sido el faraón en lugar de su hermano pequeño, Akenatón.

Y a la derecha la mujer sin pelo a la que se conocía como 'X' y sobre la que Joann Fletcher trabaja para convencer al mundo de que es Nefertiti. Para intensificar más la presión, Atlantic ha traído a un equipo de expertos científicos, pesos pesados en su campo, y un equipo de alta tecnología con lo último en rayos X.

ESPECIAL DE LA MOMIA...


1 PISTA.

LA PELUCA:

En realidad ya existen pruebas. Esta egiptóloga inglesa localizó en el Museo Egipcio de El Cairo un postizo capilar hallado cerca de la momia calva de la tumba KV35. Como experta en cabellos de la Antigüedad, pudo averiguar que este postizo se elaboró en el período Amarna, al final de la dinastía XVIII -siglo XIV a.C.- cuando el faraón hereje Akenatón retiró su corte de Tebas y la trasladó a una nueva ciudad del desierto. Posteriormente, la doctora Joann examinó las imágenes que se conocen de mujeres de ese periodo con rango real, para comprobar cuántas de ellas tenían, como la momia, una doble perforación en la oreja. Sólo encontró dos candidatas: Nefertiti y una de sus hijas. Para llegar a esta conclusión tuvo en cuenta otra de las anotaciones del egiptólogo que vió estas momias en 1907, Elliot Smith: el lóbulo izquierdo de la mujer joven estaba doblemente perforado. Este hecho apuntaba nuevamente a Amarna, único lugar del que se conoce que las mujeres de la casa real usasen este tipo de adorno. Esto bastó para convencer a la productora de cine Atlantic Productions, que ha ganado diversos premios con su labor de especialista en reconstrucciones históricas, apoyada por Discovery Channel, para montar una expedición científica a gran escala.

DESCUBREN EL OTRO ROSTRO DE NEFERTITI


El célebre busto de Nefertiti, que retrata a la mujer del faraón egipcio Akenatón, conocida por su belleza, fue esculpido según los cánones estéticos de hace más de 3.300 años y no es fiel a la realidad. Ésta es la conclusión a la que han llegado los investigadores del Imaging Science Institute de Berlín, en Alemania, tras analizar por segunda vez el busto mediante imágenes de tomografía computerizada (TC).

El busto de Nefertiti es un núcleo de piedra caliza cubierto por capas de estuco de diferente grosor. El análisis desveló que debajo del busto había otro rostro delicadamente esculpido, pero con rasgos faciales algo distintos.

El rostro interno de piedra caliza fue esculpido con delicadeza y ligeramente simétrico. En comparación con la cara de estuco más externa, la cara interna mostraba algunas diferencias: menos profundidad en las esquinas de los párpados, pliegues alrededor de las esquinas de la boca y las mejillas, pómulos menos prominentes y una ligera prominencia de la nariz. Las orejas de la escultura interior eran similares a las visibles en el exterior.

Según los investigadores, retocar los pliegues de las esquinas de la boca y suavizar el puente de la nariz en la cara externa pudo ser una elección del artista y reflejar los ideales estéticos de la época.

Entre 1911 y 1914 una expedición excavó la ciudad que hacia 1345 mandó trazar Akenatón en un lugar deshabitado del desierto en el Medio Egipto: Aketatón, "el horizonte del Sol", hoy llamada Amarna. En lugar de explorar el centro de la ciudad con sus templos y palacios (explotados como canteras tras la muerte de Akenatón), se excavó la zona en la que los ciudadanos habían vivido y trabajado, lo que permitió hallar muchos objetos intactos en su contexto auténtico, en una ciudad abandonada precipitadamente y que nunca más volvió a ser habitada.

El descubrimiento más espectacular fue el taller de uno de los escultores de la corte que había trabajado para los templos y palacios de Akenatón. A la muerte del faraón se encontraban aún en el taller numerosas esculturas inacabadas que fueron dejadas allí por el artista. La mayor parte de estas obras pasaron al Museo Egipcio de Berlín tras el reparto oficial de los hallazgos entre el Estado egipcio y el mecenas berlinés James Simon.

La estatua de la reina Nefertiti parece haber sido acabada por el escultor a excepción del pulimento superficial de arcilla blanda. Sin embargo, en varios lugares se ven líneas negras que indican detalles sin ejecutar. La utilización de la caliza, material blando poco usual en las estatuas reales del periodo de Amarna, y estas líneas indican que no se trata de una estatua inacabada, sino de un modelo de taller utilizado para las estatuas en cuarcita, de las que se conservan varios ejemplares. El carácter de modelo de la estatua se deduce del exagerado énfasis en los detalles estilísticos, que presentan a una mujer madura y opulenta, de cuello delgado, un rostro que se caracteriza por arrugas pronunciadas en la zona de la nariz y la boca con comisuras profundas curvadas hacia abajo.

La gorra muy ajustada, de cuya perforación encima de la frente sale un ureo de cuerpo ondulado que aparece en relieve a lo largo de la raya, es un tocado típico de Nefertiti. También el finísimo vestido de mangas anchas y las sandalias son elementos que se repiten en numerosas representaciones de la reina. Dado que el cuerpo y el detalle iconográfico de la corona insinúan una identificación con Nefertiti, también hay una tendencia a interpretar las facciones de la figura con la esposa de Akenatón.tro, cuyos ojos muy abiertos contemplan la creación divina para recitar el Canto al Sol.

LA DESAPARICION DE NEFERTITI

Tras el decimocuarto año del reinado de Ajenatón, en 1336 a. C., se pierde la pista de Nefertiti. Desaparece por completo de los escritos, de los papiros y de los grabados. Algunas hipótesis hablan de una muerte violenta tras la cual su marido habría prohibido que se mencionara su nombre; otros creen que pudo adoptar algún comportamiento que desagradó a los egipcios y que hicieron perder a la reina casi toda su influencia y prestigio e incluso una especie de divorcio. La auténtica razón es difícil de determinar.

La desaparición de Nefertiti coincide con un cúmulo de hechos que sacudieron la familia real entera: la desaparición de la otra esposa de Ajenatón, Kiya, el ascenso de la princesa Meritatón a gran esposa real y la aparición de la fantasmal figura de Semenejkara, el nuevo corregente del faraón. Muchos han querido ver en todo esto el último ascenso de Nefertiti en el poder, pasando de reina-faraón a un faraón masculino. Se suprimiría la posible competencia de Kiya (quien caería en desgracia por causas desconocidas) y dado que todo rey necesita una gran esposa real, ¿quién mejor que Meritatón para sustituir a su madre, ahora rey?

Al morir Ajenatón hubo un breve reinado de Semenejkara en solitario, pero fue pronto sucedido por Tutanjatón, más conocido bajo el nombre de Tutankamon, quizás el hijo de Ajenatón y la desdichada Kiya. Se casó con la tercera hija de Nefertiti, Anjesenpaatón. La real pareja debía ser relativamente joven. Algunas teorías sostienen que Nefertiti, que aún vivía, aunque ya privada de la corona, habría influido sobre ellos. Si la teoría fuera cierta, esta influencia, y probablemente su propia vida, acabó en el tercer año del reinado del faraón Tutankamón, en 1331 a. C. Ese año fue en el que el faraón renegó del culto “monoteísta” de su padre y manifestándose como partidario del culto de Amón. A la vez, la familia real dejó la ciudad de Amarna y restituyó la capital en Tebas.

De la muerte de Nefertiti nada sabemos. ¿Cuándo ocurrió? ¿En el año 14 de Ajenatón, cuando Semenejkara sustituye a Neferneferuatón? ¿Unos meses después de la muerte de su marido? ¿O ya en el reinado de Tutankamon, olvidada por todos? A todo este embrollo se suma la aparición de Dahamunzu, la reina traidora, que posiblemente fuera una desesperada Nefertiti-Semenejkara que veía tambalear su trono y no se lo ocurrió más que pedir ayuda a los tradicionales enemigos de los egipcios, los hititas.

Las diversas identificaciones entre Taduhepa, Nefertiti, Semenejkara y Kiya demuestran la ausencia de informaciones sobre sus respectivas vidas y sólo nuevos hallazgos arqueológicos podrían precisar el papel de estos personajes históricos y la súbita desaparición de Nefertiti.

FAMILIA DE NEFERTITI


Relieves de Akhenatón con su familia adorando a Atón

A través de las imágenes que tienes arriba, intenta explicar algunas de las diferencias que presenta el arte de la época de Akhenatón en comparación con el de otros periodos de la historia egipcia. Algunas pistas:

- Expresión

-Idealismo o naturalismo

- Estatismo o movimiento

- Simetría

- Proporciones

- Visión rectilínea, en el caso de los relieves

AKENATON ESPOSO DE NEFERTITI


Una de las personalidades más curiosas del antiguo Egipto es la del faraón Amenofis IV (1372-1354 a.C), llamado posteriormente Akhenatón. Cuando subió al trono con la edad de 15 años, ya demostró que era diferente, pues era partidario del pacifismo y dejó de lado la política militar que había sido tan defendida por sus predecesores. Pero la tarea a la que dedicó prácticamente todas sus energías fue la implantación -efímera- de una nueva religión, monoteísta, lo que le haría pasar a la historia de Egipto como "el faraón hereje."

viernes, 3 de abril de 2009

LA MOMIA DE NEFERTITI


Nunca se ha hallado la momia de Nefertiti, lo que hizo que su búsqueda fuera objeto de curiosidad y de todo tipo de especulaciones.
9 de junio de 2003, Joann Fletcher, especialista en el análisis capilar de la University of York en el Reino Unido, anunció que se había encontrado la momia de Nefertiti en la tumba KV35 del Valle de los Reyes, en Egipto. Esta momia llevaba ya cien años descubierta, pero estaba sin identificar.

La momia hallada estaba en un estado que hace suponer que fue saqueada poco después de la muerte. La técnica utilizada para la
momificación sugiere la época de la XVIII Dinastía, y la posición del cuerpo indicaría la realeza del personaje.
12 de junio del mismo año, o sea, tres días después, Zahi Hawass, director del ESCA Egypt's Supreme Council for Antiquities (Consejo Superior de las antigüedades de Egipto), adelantó la falta de pruebas que sostuvieran esta hipótesis y desmintió públicamente que esa momia fuera la de Nefertiti.

El año 2004 se emitió un programa donde Joann Fletcher sostenía que la momia hallada era realmente Nefertiti. El equipo de Fletcher trasladó todo tipo de aparatos para confirmar su teoría a la tumba KV35. A pesar de que Joann Fletcher deseaba demostrar al mundo que la momia descubierta era en realidad la hermosa reina egipcia, lo que consiguió fue abrir un portal a una serie de controversias y teorías que no se sostenían con pruebas. Esta momia estaba con dos momias más, la que se cree era la madre de Akenatón, la princesa Tyi, y el que pudiera ser un hermano menor del faraón. Para mostrar que la momia correspondía a Nefertiti se hizo un estudio por ordenador del cráneo ideando como sería el rostro de dicha momia, de un parecido extraordinario con el busto de Nefertiti custodiado en el museo de B
erlín.

Zahi Hawass nunca ha compartido la teoría de Joann Fletcher y, de hecho, le ha prohibido la entrada a
Egipto para cualquier trabajo arqueológico.

"FAMILIA DE NEFERTITI"


Relieve en caliza, que probablemente formaba parte de un altar de adoración familiar. Ajenatón sostiene a su primogénita Meritatón y enfrente, Nefertiti, sostiene en el regazo a su segunda hija, Meketatón, quien fallecería prematuramente y por último su tercera hija Anjesenpaatón quién se desposaría a posteriori con Tutanjatón (Tutankamón).

jueves, 2 de abril de 2009

HISTORIA...


Nació en 1397 a.C. como primogénita de Ay y su primera esposa

Su nombre significa "la belleza ha llegado", y esto -según las esculturas, papiros y pinturas de su época- fue totalmente cierto. Nefertiti es considerada la mayor beldad humana del viejo Egipto.
Fue esposa del faraón Amenofis IV, quien después cambiaría su nombre por Akhenatón. Reina egipcia en 1382 a.C., fue declarada “esposa divina” lo que aumento su poder terrenal y espiritual.
Nefertiti reintegró la religión egipcia al antiguo culto a un solo dios: Atón (el Sol), volviéndola monoteísta por un tiempo.

Nefertiti consiguió tal influencia, que en esa época se rindió culto a la figura de la mujer, a la familia y a la pareja; en todos los relieves y pinturas aparece la reina como ejemplo extremo de fortaleza, virtud y delicadeza femeninas.

Su marido le hizo construir la nueva capital del Imperio: Tell-el-Amarna.
A ese sitio se fue a vivir la reina con sus seis hijas cuando decidió separarse del faraón por desacuerdos respecto a la religión, pues aunque su esposo la idolatraba, la exigencia de Nefertiti fue excesiva en un mundo regido por la adoración a figuras de animales y humanas.

El monoteísmo entonces significaba una contradicción provocativa, considerando que a los mismos faraones se les creía dioses, y como a tales se les rendía culto. Esto enaltece mas aún la figura de esta mujer.

Una de las hijas de Nefertiti se casó con el famoso Tutankamón. Se considera la posibilidad de que Nefertiti actuara como regente durante la primera época del reinado de Tutankamón, que por entonces tenía solo nueve años. Durante su estancia en el trono, el nuevo faraón recuperó las viejas tradiciones en la religión y el arte, devolviendo a Menfis y Tebas las respectivas capitalías en lo político y religioso.

Nefertiti murió durante una epidemia de Tracoma -aunque no existen pruebas que defiendan esa tesis-, sola en su palacio, obstinada en seguir el culto a Atón, en un mundo donde el pensamiento politeísta dominaba todas las regiones conocidas. La momia de la reina no ha sido hallada hasta el momento.

NEFERTITI




Nefertiti (c. 1370 a. C. - c. 1330 a. C.), fue una gran reina de la dinastía XVIII de Egipto, Gran Esposa Real de Ajenatón (Akenatón). Su nombre egipcio, se traduce como "Belleza de Atón, la bella ha llegado".

Su belleza fue legendaria, pero tras su imagen sublime, parece que su papel político y religioso en el desarrollo de la experiencia amarniana fue fundamental.

Su reinado se distingue por la frecuencia con que se realizaron representaciones monumentales que evocaban a la pareja real en la intimidad, y en especial la proximidad de sus hijas (jamás antes de esa época el arte oficial había representado escenas familiares).

No se ha demostrado que sucediera a Ajenatón (Akenatón) tras su muerte; algunos egiptólogos creyeron que ella fue la que reinó con el nombre de Semenejkara.